Mal partido del Sevilla, de los que te dejan con una pregunta rondando en la cabeza: ¿y dónde está ahora el mejor equipo del mundo del 2007?
El equipo no anduvo fino en tierras vallisoletanas, en un encuentro en el que, visto lo visto, el punto sabe a gloria bendita. Jugamos al pelotazo fácil, no se hicieron apenas internadas por las bandas, el balón no tocaba el suelo cuando era nuestro y así sucesivamente. La desolación llegó cuando expulsaron a Fazio y, más tarde a Luis Fabiano, con roja directa por un codazo inventado por el árbitro González Vázquez, que, como quien no quiere la cosa, sigue dejándonos en inferioridad numérica en la mayoría de los partidos que nos arbitra.
Ayer todos esos jugadores que alabábamos por encuentros como el del Slavia o el Murcia estaban desaparecidos del terreno de juego. A Keita no se le vio prácticamente, por poner un ejemplo. Lleva unos partidos desaparecido. No sé si será porque la desazón del equipo en general es contagiosa. Poulsen no está en su nivel habitual, ese que le llevó a ganarse motes como "la apisonadora danesa". Cometió en los lances finales del partido un fallo descomunal que bien pudo habernos costado la derrota, aunque por fortuna no tuvimos que lamentarnos. Si hay algo que puedo destacar de los 90 minutos de ayer es Morgan de Sanctis, al que vi muy seguro, además de que llevamos dos partidos seguidos (Slavia y Valladolid) sin encajar ningún gol, hecho que sin duda también es positivo.
El caso es que volvemos a mostrar nuestra doble cara, concretamente, la peor de ellas, porque seguimos con el lastre de los partidos soporíferos y absurdos en Liga. De verdad que no sé qué es lo que puede estar pasando por la cabeza de profesionales que dan el máximo nivel en una competición y en otra tiran por tierra sus cualidades. Supongo que estarán igual de desconcertados que yo, que tú, que cualquier sevillista que se precie, porque aunque es verdad que voy a seguir siendo sevillista hasta la muerte, hay algo que no me cuadra.
Ánimo, y a por el Rácing de Santander, partido en casa que debemos liquidar para lavar nuestra imagen, la imagen de campeón que llevamos ofreciendo de unos años acá.
VIVA EL SEVILLA
PUERTA PRESENTE
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